lunes, abril 17, 2006

En busca de una definición


"Me ha rugido el amor en los brazos como un sol leónido y embravecido, más no lo supe escuchar. Mordisqueó mi oído una canción olvidada de cuando aún eramos dos en el lecho y uno en el alma. Mordisqueó por suerte para mí y desgracia para vos, sin ningún éxito. A veces hablaba con la luna y me dedicaba una reprimenda de luz plena sobre la frente tratando de hacerme recordar tu pelo, tu risa. Yo mataba la luz en esas noches con luciérnagas rotas pero eficaces. Cuando las fotos me empezaron a quemar en las manos dejando llagas a su paso, comprendí que el único modo era enceguecer mis ojos con otros luceros para no entender de donde venía el dolor (y no culpar a ningún ángel o demonio sin certezas empíricas). Al dormir la almohada conservaba algo de tu inocencia reposada pero yo lo mismo dormí siempre sin culpas. Solo ayer me di cuenta de tu desolación. Y ni siquiera me salió esgrimir un "perdón".

-Como cambia uno con los años...- recapacitaban las neuronas que aún se resisten a desaparecer - Acá estoy tanto tiempo después inaugurando un otoño sin tu mano cerca...-"*


*Dedicado a la ninia más poeta de Venezuela.

2 comentarios:

Nidesca dijo...

este escrito tocó fibras sensibles de mi alma y alborotó a las libélulas que yacían en reposo bajo mi pecho.

gracias.

Sovka dijo...

HERMOSO TEXTO.
ABRAZOS.