sábado, noviembre 05, 2005


Desde la cama envuelto en frazadas y fiebre percibía lo inevitable. Que la navidad se aproximaba. Le dolía respirar y entonces sus inhalaciones eran casi suspiros cortos con los que ingresaba algo de oxígeno.

Afuera nevaba.


Eran las distorsiones que percibía, pese a los delirios de la fiebre, por haberse mudado tan lejos. En su infancia -ahora- frágil y nublada las navidades se entintaban el grandes letras doradas, el olor a la losa caliente del patio, el sudor de la frente y la fragancia misteriosa de las
flores del jardín. Ahora, lejos la infancia y lejos su casa natal, los hielos se incrsutaban en su vida como vidrios mal cortados.

Afuera nevaba y sonaba un villancico.

"Una escena muy Dickens" pensó mientras desde el dolor de sus doce años evocaba el olor a los pastelitos de membrillo y a la madre contando cuentos a lo lejos de Scrudge y otros demonios que encadenados lo perseguían por las noches. Y el coro se extinguía por momentos, aquellos en que se apagaba la mente y apenas dormitaba.

Afuera nevaba y sonaba un villancico mientras el pueblo atardecía en una paz sosegadora.

Seguiría así muchos días más pese a su agonía el sol saldría, los pájaros trinarían, los Santas Claus de turno se turnarían para brindar regalos, los emplastes dejarían de existir, las vendas ya no estarían llenas de sangre y su madre y hermanas dormirían en paz como hacía mucho que no hacían. El gentío se acumulaba en sectores dominado por el melodioso canto: podía gracias a este artilugio olvidar los grados bajo cero aunque sea por un rato.

Afuera nevaba y sonaba un villancico mientras el pueblo atardecía en una paz
sosegadora: en la distracción, la Muerte muy contenta se llevaba otro niño enfermo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueeeno.. ya q nadie dejo su comentario (pedazos de ignorantes q no leen un pomo ¬¬) yo lo dejo a pesar de que hace mas de 2 años que escribiste esto :P. A MI ME BUSTOOOOOOOOOOOOOOOOO ya voy a aprender a escribir asi ;)