viernes, noviembre 18, 2005

DESPISTE


-¿¡¿DÓNDE ESTÁ EL BOTARATE RESPONSABLE DE LA MELINDROSA SITUACIÓN?!?-y ahí hacía un énfasis tontamente excesivo en la “r”. Blanco como pared recién pintada de cal, resollaba a los gritos, se arrancaba mechones de la cabeza y le sulfuraban lágrimas furiosas por esa cara de cachetes colorados. -DONDE- seguía. Millones de pájaros sobrevolaban la ciudad a esa hora y no permitían que se oyeran los chillidos ni la pataleta infantil del gordo. -NO PUEDOOOO, NO PUEDOOOO. LA CULPA ES DE ÉL- y se dilataban las venas de su cabeza. No tenía cara, era un globo rojo que se expandía y se contraía en innombrables apariencias. Todas cómicas.
De golpe se prendió el humo de la chimenea y dejó de latir mi corazón por un rato. ES NORMAL, pensé, ESTAMOS EN OCTUBRE (la humedad es lo que mata según un coronel que espera una carta en vano). Enfrente del edificio, la plaza. Y dentro de la plaza el gordo psicótico. Y dentro del gordo medio kilo de figacitas, jamón crudo mayonesa con salmonella y un par de ingredientes más. SE ESTO, dije en voz alta, PORQUE SOY NARRADOR OMNISCIENTE. Y oronda paseé por la plaza. Más tarde el gordo confirmó mis errores. De hecho había desayunado cereales con leche. Me remordió la conciencia toda la noche, había fallado como escritora. El gordo siguió en la misma plaza tres días más buscando a quien le había robado el mes de Abril (se copiaba de Sabina el loco). Finalmente cansado y violentamente morado al tercer día rodó calles abajo sin mayor esfuerzo. DONDE resonaba por las callejas vacías y los pájaros le hacían eco. Al final migraron. El pueblo perdió su gracia con el abandono de semejantes personajes. Yo por suerte seguí practicando la redacción (de puro guapa redondeé mis conflictos evitando ponerle un punto final al escrito, y más rebelde todavía sin cerrar el paréntesis…



… horas más tarde me arrepentí.

2 comentarios:

Nidesca dijo...

Esto está genial, lo he disfrutado muchísimo. En ocasiones (más de las deseadas), los narradores no tenemos ni p... idea de las necesidades y conflictos de nuestros personajes y aunque éstos se quedan sin voz gritándonos desde el borde de las páginas nosotros permanecemos sordos.
¡Qué humor tienes! Y que sentido de la ironía.
Me ha encantado.

DINOBAT dijo...

Hola que tal?, me pareció interesante tu blog, espero venir más a menudo, saludos,


JD